Numerosos estudios han demostrado la relación entre la mala audición y el deterioro cognitivo, como los realizados por la prestigiosa Mayo Clinic, Study of Aging (MCSA), o los realizados por Lancet Commission. De igual modo podemos encontrar múltiples investigaciones clínicas que han analizado el impacto de la mala audición en la memoria, la atención y la capacidad cognitiva. Así como multitud de análisis de datos que han examinado la relación entre la mala audición y los factores de riesgo de demencia, como la edad, la enfermedad cardiovascular y la diabetes.

Audición y demencia

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Estas fuentes nos proporcionan información muy valiosa sobre la relación entre la mala audición y el deterioro cognitivo.

Nos advierten sobre los peligros que tiene la falta de un tratamiento adecuado y las graves consecuencias que puede tener para la salud y el bienestar general.

Algunas de las principales consecuencias incluyen:

1. Impacto social

Las personas con problemas de audición pueden sentirse aisladas, excluidas, solas y marginadas en actividades con otras personas y eventos, lo que puede afectar negativamente su autoestima y bienestar emocional.

No poder escuchar correctamente a sus seres queridos y amigos puede dejar un vacío emocional y afectar su autoestima.

2. Dificultades en el trabajo

Una mala audición puede dificultar la comunicación en el entorno laboral, llegando a ser muy difícil. Afectando negativamente las relaciones profesionales y la capacidad de desempeñar su trabajo de manera efectiva. Lo que puede causar frustración y estrés adicional, disminuyendo la productividad y deteriorando las relaciones personales y profesionales.

3. Problemas de seguridad

No poder escuchar sonidos importantes en nuestro entorno puede ser una preocupación constante y aumentar el riesgo de lesiones o accidentes. Pudiendo interferir con la capacidad de las personas de escuchar y reaccionar adecuadamente a su entorno, lo que puede aumentar el riesgo de caídas y lesiones.

La seguridad y tranquilidad son valores importantes para todos, y la falta de audición (incluso en los niveles iniciales) puede interferir gravemente con ellos.

4. Deterioro cognitivo

Los últimos estudios realizados por Mayo Clinic, Study of Aging (MCSA), han demostrado que la mala audición puede acelerar el declive cognitivo y aumentar el riesgo de demencia. La mala audición también puede interferir con la capacidad de las personas de escuchar y comprender adecuadamente su entorno, lo que puede afectar negativamente su memoria y su capacidad cognitiva. Pudiendo ser una dura carga emocional y afectar negativamente nuestra calidad de vida.

5. Problemas de salud mental

La mala audición puede causar estrés, ansiedad y depresión debido a la dificultad de comunicación y el aislamiento social. Y puede ser especialmente difícil para las personas que también tienen problemas de visión o movilidad. La salud mental es un aspecto crítico de nuestro bienestar, y la mala audición puede tener un impacto negativo en ella. Estudios realizados y documentados por Lancet Commission así nos lo muestran.

En conclusión, es muy importante tratar la mala audición para prevenir estas consecuencias y preservar la salud y el bienestar a largo plazo. Los audífonos y las terapias auditivas pueden ser una solución efectiva y fácil para mejorar la audición y prevenir los problemas de salud asociados con la mala audición.